Un embarazo no deseado y posible aborto

Un embarazo no deseado y posible aborto*.


Lo que siento es dolor, dolor e impotencia, incluso un poco de rabia.
Porque traemos al mundo niños como si fuesen cualquier cosa, porque somos injustos con nosotros mismos, porque nos olvidamos de quiénes somos en realidad por estar mirando todo el día afuera, al otro, en vez de a nosotros mismos.

Todos tenemos dolores y alegrías, dificultades que nos obligan a crecer y talentos que nos motivan, todo esto es inherente a lo que creamos o en dónde estemos. Pero si vamos a traer otro ser a este mundo, lo mínimo es estar en conciencia** plena para que podamos cumplir nuestro rol correspondiente, para que le sirvamos de ayuda y no de pesar a este nuevo ser, para que podamos guiarlo a una experiencia consciente y buena aquí en nuestro mundo.

Pero cuando traemos a alguien aquí, regidos por nuestro instinto, esclavos de nuestra inconsciencia, obviamente sin estar preparados para el gran desafío de ser educadores de por vida, es ahí cuando lo único que hacemos es hacernos infelices a nosotros mismos, al ser que trajimos, y a todos los que nos rodean. Es así, tan simple y complejo como se lee.

Y somos tan inconscientes** que hasta creemos que ninguno de nuestros pensamientos afectará a este ser creciendo. Creemos que con tal de decirle lo que “debe hacer” ya cumplimos nuestra labor y ya lo estamos ayudando. Ignorando que todos somos mucho más de lo que creemos ser, somos todo lo que sentimos y todo lo que sienten de y por nosotros, somos nuestros pensamientos y también los pensamientos que nos regalan, mucho más aún cuando todavía somos puros, cuando creemos todo lo que nos dicen y lo que piensan de nosotros, cuando somos niños.

Gran porcentaje de lo que soy de adulto se lo debo a mi yo de niño, mientras más ignoremos eso, más adultos pobres emocionalmente criaremos.

Porque mientras sigamos trayendo al mundo seres vulnerables y bajo nuestra crianza sin conciencia seguiremos viendo morir niños en las calles y en las casas sin hogar, y morirán no físicamente sino emocionalmente, niños indefensos y adultos potencialmente inconscientes igual que nosotros, mientras no despertemos nuestra conciencia seguiremos viendo niños con hambre de educación, seguiremos viendo niños con drogas en vez de un biberón, seguiremos viendo niños desnutridos de amor. Y de eso, de eso somos todos culpables.

Y podremos decir que hay tantas responsabilidades en ser padres que parece imposible de cumplirlas todas, y es cierto, no vamos a cumplirlas a cabalidad, pero he ahí la grandeza del ser humano, en reconocer su pequeñez. Lo que nos hace mejores no es ignorar menos, sino ser conscientes de ello. ¡Por lo menos, seamos conscientes!

Y somos todos culpables, porque esta realidad no nace solamente de dos jóvenes inconscientes* teniendo sexo sin protección, nace de toda una sociedad haciendo las cosas al revés. Nace desde una sociedad que obliga a la mujer a tomar anticonceptivos siendo ella fértil sólo unos días al mes y dejando “a placer” al varón el cual es fértil todo el mes. Nace de una sociedad injusta con ambos géneros, la cual le da anticonceptivos al género que de por sí ya tiene una montaña rusa de hormonas y emociones para incrementarla aún más, y obligando al otro género a “soportar” ese insano cúmulo de altibajos emocionales de su compañera (y a lo mejor si fuese él el que consume los anticonceptivos puede que él entienda más a ella y ella a él).

Y es que preferimos llenarnos de drogas para suplir nuestra poca inteligencia emocional, nuestra falta de autocontrol y nuestra pereza para estudiarnos a nosotros mismos. Porque bien podríamos cuidarnos de una manera natural estudiando nuestros cuerpos. Pero no, la educación nos aburre. Y es que somos la dimensión de la pereza.



No traigamos otro ser al mundo si no estamos dispuestos a educar y a educarnos.

Pero claro que todo forma parte de la perfección de la vida, y que si tenés que ser padre lo serás, y si este ser deberá venir, vendrá de todas formas. Y que cada experiencia es enriquecedora en sí misma. Pero también es cierto que este dolor y esta impotencia lo sentimos todos, es cierto que el dolor y los errores de la inconsciencia nos llora la tierra misma. Y así como no es coincidencia que te hayas quedado embarazada tampoco es coincidencia que la vida nos esté empujando a cuestionarnos estos temas, porque todo forma parte de la perfección y por ello mismo nuestros pensamientos son ecos de nuestra evolución futura, que nos llora por los niños, que nos llora por educación, que nos pide por favor que despertemos nuestra conciencia.

Y que si vas a abortar… nadie te lo puede decir.


Y es que desde allí nacen varios de los conflictos que tenemos como sociedad, de intentar “pensar por el resto”, querer pensar por todos, pero no desde el amor ni la humildad, sino todo lo contrario, queremos pensar por todos imponiendo nuestras propias opiniones a todos siendo esto nada más que un reflejo de nuestro ego. Porque eso es lo único que tenemos, opiniones, porque cada uno ve la vida de una manera distinta, por lo tanto, lo más sano es que todos tengamos diferentes opiniones. Y la unidad se encuentra justamente allí, en pensar distinto, en vernos desde varios lugares, pero conscientes de que todos fuimos hechos de lo mismo: del amor. Cuando volvamos allí, a nuestra fuente, entonces entenderemos lo que es la unidad, lo que es el verdadero amor.
Así que LA respuesta que buscas no lo vas a encontrar aquí, ni allá, ni en nadie, lo vas a encontrar en el mismo lugar en donde se originó la pregunta: en vos. Y siempre, tu respuesta será la correcta, mientras seas sincero contigo mismo, mientras te entregues firme y confiadamente a la vida, siempre tendrás la respuesta correcta que es lo que VOS necesitas. Y mientras no intentes encajar TU respuesta en los otros, viviremos rodeados de amor y de respeto, con esa tan ansiada paz de unidad.
¿Y qué? Claro que es mi opinión, y vivo completamente en paz con tu desacuerdo. Porque sí, es cierto que me duele, pero también es cierto que hablo mi opinión desde el amor, deseando estar en armonía con la perfección, sea la experiencia que me toque vivir. 

Si estás embarazada/o y no sabes si abortar o no, no puedo decirte qué hacer, pero sí deseo con todo el corazón que la decisión que tomes sea consiente, y hagas lo que hagas sea seguro y que nadie te juzgue por ello.

Y todo está bien, que la vida quiere despertarnos la consciencia sí, pero que nadie morirá por ello, al contrario, viviremos por siempre. Es para evolucionar que estamos aquí. A veces sólo necesitamos recordar eso, que todo está bien, en paz llegan todas las respuestas.

Amemos más, seamos conscientes, esa es nuestra esencia.

Estés en dónde estés, sé consciente de que tu experiencia actual es perfecta y divina, y que sólo el amor basta. No importa qué más nos hayamos mentido, es el amor el que nos dará la respuesta. Tu vida no es una coincidencia.
                                                                                                                                **

P.D.: En esta entrada no hablo sobre los abusos sexuales o violaciones, ni encaro el aborto desde ahí. Pero doy mi opinión acerca del aborto de una manera general. Y espero que nadie tenga que pasar por ningún abuso sexual y quedar embarazada, pero si alguien pasa por ello, deseo que tenga la potestad y seguridad de decidir lo que desee hacer con su cuerpo sin que nadie le juzgue.
_________
Referencias:
*: Diferencia entre las terminologías usadas, consciencia y conciencia, el primero hace referencia al plano mental del cerebro, es la capacidad de reconocerse a sí mismo como cuerpo y mente. Lo segundo se refiere al ser, es reconocerse a sí mismo como ser y espíritu.
**: Imagen del escritor Nicolás Andreoli



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