¿Realmente sabemos hacer nada?
Me miré, y estaba viendo un video en la tv mientras en mi celular contestaba mensajes, revisaba redes sociales, trabajaba desde otras aplicaciones y comía un pedazo de pan.
¿¡Y eso es nada!? Entonces, no tenía idea de NADA.
Me dí cuenta que a menudo, cuando contestamos "nada" realmente no es la nada.
Me dí cuenta que en realidad hace mucho tiempo no estoy en la nada, hace mucho tiempo que no me permito hacer realmente nada, hace mucho tiempo que olvidé ESTAR en la nada, por estar estudiando y trabajando sobre cómo estar/ser. Es ese buclecito peligroso que existe entre la espiritualidad y la "espiritualidad".
Es estar. Estar en este único instante en el que existís, sin intentar cambiarlo, sin "hacer" algo, sino, haciendo nada. Siendo consciente de la respiración, de la vida, de la manera tan creativa que tiene el todo de colocarnos siempre en el perfecto lugar en donde TODO sucede. (Súper curioso: el todo nos coloca en la nada para mostrarnos el todo)
-No, pero es que ahora no puedo hacer nada porque me duele muchísimo el brazo y no deja que me concentre.
-No, es que ahora tengo mucha tos.
-No, es que ahora estoy muy preocupada por mi hija que viajó.
-No, es que ahora estoy muy triste y no puedo dejar de pensar en mi tristeza.
-No, es que ahora estoy demasiado feliz para ESTAR en la nada.
Si te duele, que te duela, sentí el dolor hasta los huesos, no intentes dejar de sentir el dolor, y te prometo que después de eso no vas a ver el dolor con los mismos ojos.
Si tenés tos, dejá que salga, sin atajos, sin vergüenza, con gusto, fuerte y claro, tosé hasta que te raspe la garganta y ya no te quede sonido, tal vez después de mucho toser te encuentres haciendo nada, y por fin "tosas" todo eso que querés decir y lo tenés atosado.
Si te preocupa algo, preocúpate, pero hasta el fondo de tus pensamientos, tanto que ya ni puedas respirar, y te prometo que sí o sí volverás a respirar y después de un par de veces te vas a cansar, y tal vez te des por vencido/a y por fin, respires de verdad por primera vez.
Si estas triste, agradecé porque ESTAS triste, dale las gracias a tu tristeza porque mediante ella te das cuenta lo vivo/a que estás y no hay mayor felicidad que esa: ESTÁS VIVO/A. Ah, y ahí te olvidaste de tu tristeza. Pero si vuelve, no te resistas, permitite estar triste todo lo que quieras pero hasta el fondo, nunca a medias.
Si estas demasiado feliz, no te permitas estar feliz sin VIVIR esa felicidad. Si estás feliz que se note, que hasta tus poros griten, y en ese momento cuando respires profundo te vas a encontrar en la nada siendo conectada maravillosamente al todo.
P.D.: Y ahí, cuando intenté escribir acerca de la nada, empecé a preocuparme por cómo es la "mejor" manera de hacerlo, sin que suene friki ni que sea tedioso o aburrido o demasiado profundo. Pero entendí que de todas maneras no podría escribir sobre la nada, porque todavía estaba haciendo demasiado.
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